miércoles, 10 de diciembre de 2014

CUMPLEAÑOS PARA RECORDAR

Era 09 de Diciembre, 11:30 de la noche me encontraba sentada en un sillón al lado de mi esposo, contemplándolo con mucha tristeza y tratando de darle ánimos sin saber cómo ya que dentro de poco seria su cumpleaños numero 38, había pasado aproximadamente un mes desde aquel día tan terrible en que lleve a Yehoshua con el neuropediatra, aquel día en que mi vida se dividió en 2 partes hasta ahora: antes del 12 de noviembre en que me sentía la mujer mas feliz con un buen esposo y una parejita de hijos maravillosos, ese día al fin lleve a Yehoshua a su control, tantas veces retardado ya sea por inexperiencia, desconocimiento o exceso de confianza, aun recuerdo las palabras del especialista cuando me dijo "parece un tipo de autismo" tras haber examinado a mi hijo quien exploraba los cajones de un escritorio en el consultorio sin oir al llamado de su nombre ni a los fuertes sonidos que hacía el galeno para llamar la atención, más aun cuando éste se acerco y puso un objeto vibrador cerca de su oído al cual mi hijo lo retiro con su pequeña mano para continuir concentrado en algun objeto que había allí dentro. Recuerdo que me dio varias ordenes de examenes complementarios, interconsultas  con varios especialistas y salí media embobada sin saber exactamente lo que se vendría pero me invadía una profunda tristeza porque algo sabia que aquel posible diagnostico era terrible, mientras esperaba la cola para sacar las citas observaba a mi hijo quien comia delicadamente la galleta que acababa de darle, ues hasta hace una semana aun comia papillas con ayuda e insistencia y justo ese momento decidí darle la galleta, una pequeña con algún tipo de transtorno neurologico acompañada de su padre sentada en silla de ruedas muy cariñosamente intentaba abrazar a mi hijo y este rechazaba esas muestras de afecto, lo mismo hacia con los otros niños. Le conté a mi esposo y al principio entendia muy poco pero cada día me informaba mas y sentía un dolor indescriptible ante una situación inesperda, mirada hacia un retrato de Jesus con quien tantas veces había conversado, orado y reido, y esta vez aunque estaba un poco distanciada, le decía porque?? si lo único que  pedi siempre es salud y bienestar para mis hijos hasta que sean independientes.... esta vez era diferente si fuera un dolor ocasionado para mi lo podría superar porque yo sabia cómo, pero mi hijo Nooo. Tan pequeño e indefenso,  mi esposo vio mi preocupación y empezó a leer y averiguar mas y sufrió igual o más que yo, cambio tanto que descuido su apariencia, una vez lo vi caminando por una de las calles cerca a casa, ya estaba regresando y note que había llorado, yo también estuve triste, no podía contárselo a nadie mas pues sentía que no me entenderían a veces la tristeza me invadía y lo llamaba, él hacia lo mismo y de esa forma nos consolabamos. En varias ocasiones Rafo mi esposo rompía en llanto muchas veces delante del bebe quien ya tenia 2 años 4 meses, y peor cuando tenia sus conductas agresivas y se ponía irritable quizá porque el transtorno estaba avanzando o quizá porque habíamos suprimido de su dieta el gluten y lactosa, a veces yo sentía que el bebe estaba mas irritable y le daba un poquito de estos alimentos, a ahora a casi un mes de haberla empezado no veía resultados quizás porque pensé que no sería complicado.
El reloj marcó las 00:00 horas del día siguiente era el cumpleaños de Rafo acabamos de regresar de ver una película que nos gustaba y habíamos esperado mucho para su estreno pero ultimamente el solo tenia mucho sueño y se quedó dormido durante la pelicula, pese a mis esfuerzos por despertarlo."Feliz cumpleaños!" le susurre al oído, él continuaba muy aflijido, "mi hijo" me decia, "es igualito a mi", "yo tenia muchos sueños para él" y rompía en llanto, lo abrace, hasta entonces debia ser fuerte y controlar no solo el mismo pesar por el futuro incierto de mi hijo sino el pesimismo y abandono de Rafo, pues mientras yo buscaba alternativas y me ponia metas para el tratamiento de Yehoshua, él se la pasada deprimido casi todo el día...hasta que no pude mas y también rompí en llanto y le dije "yo también me siento terrible", siento que como a la virgen Maria, una espada me ha atravesado el alma y el corazón y ya no se si algun dia volveré a ser feliz, pues siento que estoy perdiendo mi fe y mis esperanzasy si eso pasa seria muy desdichada".
Estuvimos asi por mucho tiempo ya no recuerdo cuanto, creo que necesitabamos eso y sincerarnos, de repente Rafo empezó a consolarme y darme ánimos...Lo vamos a superar me decía....Tenemos que luchar por nuestros hijos..